Aun cuando florezca seguiré sintiendo porque es mi esencia la que no cambia.
Asomándome al jardín tal vez consiga saciar mi sed, pero nunca llenaré ese vacío que dejo la vida.
Punzan los días mi piel, se aferra a mí el dolor de cada puñal que atravesó mi tallo haciendo que mi sabia se derrame y se pierda en medio de la tierra.
Floreceré tal vez con una mirada diferente con un aroma que distraiga el camino, pero las espinas que han clavado en mí no serán fáciles de desterrar, aun cuando mis fuerzas sean reales y mis sueños hayan cambiado su color.
Autor: Emilce,Elizabeth,Esnarriag