Meditar.

Serró sus ojos y respiró profundo, una calma perfecta reinó su ser.
Entre mareos y energía logró restablecer su cuerpo.
Viajo en el tiempo y curó sus heridas, desterró el dolor de su pecho.
Cintió como su cuerpo empezó a quedar ligero y su latir empezó a ser terso.
Un manto de ilusiones empezó a cubrir su alma y destellos de energía se apoderaron de sus entrañas.
Serró sus ojos y respiró profundo, una calma perfecta reino su ser y las esperanzas volvieron a renacer.

Autor: Emilce Esnarriaga.

Imagen: Sacada de la web.