No sedas aunque veas sangrar tus heridas, no te quedes allí
ocultando tus lágrimas, como si fuera un castigo tener sentimientos.
Jamás te rindas porque la vida no ha muerto y los sueños aún
no se han evaporado en el firmamento.
No dejes de avanzar aún tengas una muralla frente a ti.
Continua tus pasos como nunca lo has hecho ve tras el claro
del cielo.
Tuya es la vida, tuyos son los sueños, alíate al tiempo como
fiel amigo y veras que el todo lo hará llegar a tiempo, es un mágico aliado que
hasta curara tus heridas.
Mientras tu corazón siga latiendo nada está perdido en este
mundo que desea ser tu propio sueño.
Autor: Emilce,Elizabeth,Esnarriaga.
Imagen: sacada de la web.
Fecha:25/01/2014. Todos los derechos de autor
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