Las noche no solo opaca el día, sino que deja ese misterio que entorpeció esa razón que pareció ser exacta mientras duraba el sol.
El cielo se ilumina con pequeños tesoros, mientras uno desea ser dueño del universo entero.
Las voces chillan como desafinando la brisa y son esos latidos auténticos los que le devuelven la calma al cielo.
Hoy se abren mis ojos, yo diría que por primera vez porque están descubriendo la esencia de la vida y enterrando aquello que pareció por un momento tan verdadero y solo resultaron ser adornos pasajeros.
M e enfrento a lo desconocido, solo llevando conmigo esta certera, esta convicción de sentirme vivo.
Autor: Emilce,Elizabeth,Esnarriag
No hay comentarios:
Publicar un comentario