No hay heridas que puedan matar la nobleza de un corazón legítimo, no hay tempestad que opaque los cálidos rayos de sol.
No mates lo que siempre has sido, no entregues la fortaleza de tu alma, levántate como siempre lo has hecho y demuestra que no hay frío ni tinieblas capas de enturbiar tu suspiro.
Habré tu propio camino y despliegas esas tus alas, que renazca ese blanco que guarda la pureza de una bella alma.
Autores: Emilce,Elizabeth,Esnarriag
Fecha: 03/09/2014.
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Imagen: sacada de la web
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