Se volvió cautelosa en su andar y mantuvo la guardia en alto
vuelo.
Se movía con cuidado y nadie le daba la espalda, porque en
la última batallan clavaron un puñal en
ella.
Siempre en alerta ante cualquier movimiento en falso, ella
ya se había convertido en una gran guerrera.
Dejo que su paso sea libre, pero esta vez estaba dispuesta a
defender lo que era de ella.
Se volvió cautelosa y celosa en sus sentimiento ya no era la
misma la vida le enseño que en esta batalla nunca hay que dar la espalda.
Autora: Emilce.E.Esnarriaga.
Imagen: sacada de la web.
Fecha: 13/08/12.
No hay comentarios:
Publicar un comentario