Sentir que el aire se acaba y la gota de roció se evapore
antes de que toque el piso.
Sentir que un suspiro se transforma en algo cotidiano y un
dolor intenso en el pecho se adueña del día.
Sentir que los sueños se pierden en lo alto del cielo y solo
quedan como algo que solo la noche puede brindar.
Sentir que las flores ya no tienen aroma y las mariposas no
se posan buscando su alimento.
Sentir que el mar se aleja y el río se seca.
Sentir que en mi alma aun anida un grito de vida, sentir que
solo eso basta para hacer la diferencia y poder convertir todo aquello que se
va apagando en una dulce razón de
existencia.
Autor: Emilce.E.Esnarriaga.
Imagen: sacada de la web.
Fecha: 13/08/12.
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