Su decisión la llevo a elevarse por completo, sintió que la
vida depende simplemente de sentirla.
Sus alas decidieron partir en ese vuelo y recorrer sin recelo
cada rincón capas de brindarle un suspiro de dulce brisa que fuera capaz de
atravesar su pecho.
Había comprendido que debía vivir latiendo a puro
sentimiento, sin importar lo que dirían, sin importar cuantos las seguían, al
fin había comprendido que la eternidad quedaría grabada en su sangre como un sello de que en su ser corría vida.
Su decisión la convirtió en un ser viviente capaz de afrontar con sus propias manos aquien pretendía prohibir
su vuelo.
Autor: Emilce.E.Esnarriaga.
Imagen: sacada de la web.
Fecha: 14/08/12.
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