Firme.

No fue fácil mantenerse firme en sus decisiones pero tubo fe que iba por el camino correcto.
Fue criticada, humillada inclusive despreciada y ella siempre bajo la cabeza.
Estaba convencida de que su camino era el correcto y no quis

o abandonar sus convicciones.
No fue fácil callar esos gritos de impotencia, tapar las lagrimas de dolor y olvidar esos actos que partían sus corazón, pero lo logro.
Hoy solo observa como el tiempo se hizo cargo de todo aquello que hoy tuvo el valor de despojar de su vida.
Hoy es testigo de que tarde o temprano todo llega, hoy más que nunca está orgullosa de no haber renunciado a sus convicciones, porque hoy la vida le muestra como aquí las cosas no se quedan sin pagar un precio.

Autor: Emilce.E.Esnarriaga.
Imagen: sacada de la web.
Fecha: 04/10/12.