Ella sintió un sutil silencio acariciar su alma y callo su melodía.
Una gran tristeza invadió su ser, pero una suave briza de esperanzas,
le devolvió su dulce encanto.
Entre líneas y sinfonías ella le canto a la vida y despertó en sus notas esa perfecta melodía.
Dejo que sus bellas sinfonías reinaran el firmamento y descubrió en un cálido
cantico, la belleza de los sueños.
Autor: Emilce Esnarriaga.
Imagen: Sacado de la Web.
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