Deslizarme en este silencio que me mata convirtiéndome en su esclavo por cobardía, me frena el aliento impidiéndome esa libertad que se siente dentro.
Pensar el no herir, pensar en una nueva oportunidad, bajar la cabeza y llorar, tragarme esa agua amarga por no querer hablar.
Llegar hasta allí porque yo misma he frenado mi libertad, de que sirve pensar, de que sirve callar si nadie lo ve y nadie toca tu puerta para agradecer tu silencio.
Sentirse paralizada sin estar congelado, sentirse atrapada sin tener una jaula, porque ser nosotros mismo quien frene nuestra libertad si al fin y al cabo nadie levantará un monolito diciendo” acá yace esa persona que freno su libertad por pensar en los demás”, entonces vivamos, gritemos, tengamos el coraje de defendernos, hablemos de frente y si no agrada pues lo lamento, pero no seas tu propio juez y te condenes privándote de la libertad por otro que sigue disfrutando de la vida y ni siquiera vela tú sigues vivo.
No te deslice en un silencio, ni siquiera por respeto porque estarás tendiéndote una trampa para morir preso.
Autor: Emilce,Elizabeth,Esnarriaga.
Imagen: sacada de la web.
Fecha:30/01/2014. Todos los derechos de autor reservados