Preferí callar, no por cobarde sino por sensata.
Me mantuve tranquila ante el murmullo que se deslizaba entre la brisa de un aliento ennegrecido.
Callé por respeto porque aún cuando tenga derechos, no vale la pena hablar claro con la bruma del día.
Esperaré porque el tiempo demuestra lo contrario.
Callaré y solo será el eco de mi alma quien se eleve en alto y mis latidos serán el bálsamo de un gran olvido.
Preferí guardar silencio, no por cobarde sino por respeto.
Autor: Emilce, Elizabeth, Esnarriaga
Imagen: sacada de la web.
Fecha: 23/11/2013.
Todos los derechos reservados.”El latir de la vida