Me dijiste.

Un día me dijiste a mí me gustan las cosas claras y cuando toque tu puerta para aclarar tu comportamiento no quisiste abrirla.
No solo las cosas se aclaran cuando los demás se han equivocado o lo han interpretado mal, las cosas se deben aclarar también cuando tú has cometido errores.
Un día me dijiste a mí me gustan las cosas clara y siempre voy de frente, pero cuando me di vuelta estabas murmurando mi nombre, entonces en qué quedamos.
Un día dijiste a mí me gusta aclara las cosas, pero resulta que cuando tú te equivocas no te gusta dar explicaciones.
No quieras dibujar un mundo donde no cabes, no quieras pintar un paisaje que no conoces, porque terminaras cayendo en un abismo sin regreso.
Un día dijiste porque a mí me gusta aclarar las cosas, pero nunca mencionaste que cuando tú te equivocas prefieres actuar como ogro y no entrar en razón.
No juegues con actitudes que son las correctas pero cuando llega el momento en donde tú debes escucharlas corres despavorida haciéndote la ofendida.
Un día me dijiste a mí me gusta ser clara, pero nunca mencionaste que en verdad no sientes eso que solo son palabras que expresas para quedar bien.
No uses cosas que realmente no sientes porque las terminas desfigurando completamente.
Un día me dijiste me gustan aclara las cosas, pero cuando toque tu puerta no te atreviste abrir.
Autor: Emilce.E.Esnarriaga.
Imagen: sacada de la web.
Fecha: 03/01/13.
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